Un espacio para la NADA que se vuelve pensamientos buscando ser palabra, buscando ser actos, buscando ser recuerdos y para completar su ciclo tiene que volver a ser NADA aun que eso no nos corresponde a nosotros, os invito a completar la rueda. .)
Una mañana ella despertó, sintió lo rayos de sol en su cara, giró su cuerpo mientras se estiraba y lo vió a él postrado a un lado suyo, inerte, en el sueño más profundo. No soportó la idea de verlo ahí tan tranquilo mientras ella ya no podía pegar ojo así que se acercó a él mirándolo tan profundamente que imaginó que le robaría el sueño mas no fue así, lo besó, lo tocó donde ella sabía que él no podría resistir o dejar de aparentar su ausencia, igual siguió sin responder, no quedó más que sacudirlo, apretarlo y nada. Trató de razonar un rato, en este caso la muerte no era digna de contemplarse todo se resumía a ¿estaba despierto o no?, ¿cómo podía hacerlo volver?. Todo fue inútil, así que no tuvo otra opción que levantarse y seguir con sus actividades, pero no podía dejar de verlo ahí tan quieto, tan sin hacer nada, hasta cierto punto sentía coraje, envidia o una especie de sentimiento extraño, él estaba presente sin mover un dedo, lo estaba como un bulto ¿de ...
Se despierta arrepentida cada mañana por sus sueños, sin sentido de ubicación, abre los ojos. Al instante siguiente, olvida todo. Era una chica que no necesitaba ni nombre ni apellido, que caminaba sin mover las manos. Con el cabello desmarañado olvida las horas del reloj, ya que ésta vida que conoce la conoció hace ya tiempo. Conoce sus diferentes versiones y sus distintos finales. Ella tiene sus propias interrogantes sobre la tierra, o más bien, de las criaturas que viven en ella. Piensa en cada día como un color distinto y con sabores diferentes, unos días son naranjas con sabor a miel, otros días son rosas con sabor a chile chipotle y otros, color rojo y con sabor a mierda. - ¿Por qué así?- se preguntaba frente al espejo. El lugar donde vive tiene una melodía densa, con esencia de oscuridad, mas no era oscuridad, aún. Soy un alma desnuda en estos versos, Alma desnuda que angustiada y sola Va dejando sus pétalos dispersos. Alma que puede ser una ...
La chica en la carretera A pocos en la vida le suceden cosas increíbles sin proponérselo y en los lugares menos esperados o comunes. Carlos experimentó algo extraordinario en un día corriente de trabajo. Carlos acaba de graduarse de su carrera de ingeniería. Así como la mayoría de los jóvenes que egresan de la universidad tienen que aceptar malos trabajos para evitar ser enjuiciado por la gente a su alrededor con la odiosa frase: “¿Todavía no estás trabajando?” y demás palabrerías que incomodan a un recién graduado, por lo que Carlos terminó aceptando la primera oferta laboral dentro del ramo de la ingeniería, y, por supuesto, renta un modesto departamento para que no le acosan ahora con el: “¿Y para cuándo te casas?”. Carlos trabaja en una industria que procesa alimentos para cerdos en las afueras de la ciudad. Todos los días tiene que recorrer en su carro –de segunda pero funcional- por 40 minutos de su casa hasta el trabajo. Carlos en su rutina semanal recorre una estr...
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