Por aquí anduvo una mujer
Por estos labios aun tibios pasó
por estas manos que contemplo,
que tocaron todo su templo, pasó
por este cuello que mordió dulcemente,
este tórax que sirvió de su almohada
por estos ojos que se deleitaron
pasó
y pasó
y volvió a pasar y
pasa todos los días
y quiero que así siga siendo.
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