Ente Matinal

Acércate tanto que quemes, que tu piel en llamas te vuelva lava y me derrita, que hagamos montañas nuevas sobre los olvidados valles, elevándonos cada vez más en cada encuentro. Que sequemos algunos de esos ríos que nadie visita, hagamos esculturas con nuestros encuentros…

Quiero que igualemos nuestros planos astrales, sintonicémonos en un solo beso-danza. Hagámos tantra, mantra, quiero besar tus siete puntos de luz, de energía, alimentar el amor como se alimenta a un cuervo, como se alimenta a un león, como se alimenta un perro.

Ven, acércate, sé que te han dañado, por eso te entiendo, abre los brazos, déjate querer, déjate beber, amar, morder, cubrir. ¿No ves como el universo se concentra en este punto y nos observa como en una pantalla de cine, no sientes como la silla nos mira y al reloj le da taquicardia?

Eso es, quiero sentir que tu cintura y la mía conversan, que tu pecho y el mío se entrevistan, que las letras en tu cuello están esperando ser descifradas por unos labios lectores. Quiero esa comunión de almas y cuerpos, de desapego y deseo, de lo divino y lo terrenal, con las manos entrelazadas y amantes, evaporarnos juntos, hacernos árboles con las ramas llenas de aves y las raíces jugando con el agua de la fuente llena de frutas.

Acércate tanto que me escarches, que tu gélida piel te vuelva hielo y me congeles, que hagamos montañas nuevas sobre los olvidados valles, elevándonos cada vez mas en cada encuentro, que cristalicemos algunos de esos rios que nadie visita, hagamos esculturas con nuestros encuentros…

11 de enero 11:11 a.m.