Matinal
Una mujer se levanta muy temprano por las mañanas a recolectar el agua pura del rocío que una fuente atrapa por las noches. Lentamente llena su jícara de esa dulce y sanadora agua y la transporta descalza a muchos kilómetros de distancia. Llega a un páramo desértico y al no ver alguna planta que valga la pena, la tira en el camino, donde no sirve de nada. Así es el amor que veo en muchas personas muy especiales, hombres y mujeres u homosexuales, buenas personas, bonitas o talentosas que recolectan agua y la tiran en el camino todos los días al no encontrar personas que los quieran y compartirles ese amor.